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Actualización de madrugada

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Lugar: Cantabria, Spain

jueves, 5 de julio de 2012

FIRMAS: Victoria Prego, J Müller, D Gistau, S Sostres, LM Anson, M Jabois,



  • PREGUERÍAS
  • 05/07/2012 VICTORIA PREGO

  • Vuelve 'Invictus'

    . Tradicionalmente, en el Partido Socialista las diferencias internas se han resuelto por las bravas durante los congresos federales. Y, una vez ganado el pulso, los vencedores han ejercido siempre su poder sin contemplaciones y han mantenido al partido más derecho que una vela. Este sistema, que valía a los socialistas cuando estuvieron en el Gobierno, debería valerles lo mismo, o incluso más, ahora que están en la oposición.

    Por eso produce asombro que un dirigente destacado del PSOE se ponga ahora, a seis meses de la gran derrota electoral, a descalificar políticamente a la dirección de su partido. Más que nada, por la perfecta inutilidad de sus andanadas. Con esos sarcásticos comentarios sobre Elena Valenciano y sobre la estrategia actual de su partido, lo máximo que puede obtener Tomás Gómez es la exhibición de un enfrentamiento interno de dimensiones aún no bien calibradas pero cuyo hipotético éxito futuro en su beneficio resulta muy dudoso. Mucho.
    Lo que pretende el secretario general del PSM es, por lo tanto, un misterio. Desde luego, resultaría risible que el archiderrotado líder madrileño aspirara a disputarle la primogenitura interna a Rubalcaba o a que se atiendan sus consejos sobre cómo ganar unas elecciones. Sencillamente porque en ese aspecto el señor Gómez está inédito.

    El líder del PSM se reclama defensor de las esencias de la izquierda, que defiende como única vía para recuperar el apoyo electoral perdido. Pero le convendría recordar por dónde perdió el PSOE los votos en los últimos comicios: por la zona templada del electorado, por las clases medias. Y no vale decir que las papeletas fugitivas se refugiaron masivamente en Izquierda Unida porque, si eso hubiera sido así, ahora mismo los de Cayo Lara tendrían no menos de 30 diputados. Y tienen 11.

    Algunos de sus compañeros recordaban ayer que la primera cosa que hizo el hoy autoproclamado adalid de las esencias izquierdistas cuando salió elegido secretario general del PSM -julio de 2007- fue pedirle a la presidenta Esperanza Aguirre la eliminación del Impuesto de Patrimonio, una idea que calificó de «progresista» y que formaba parte de los objetivos del «Nuevo Socialismo» encarnado por él. Debería aclarar él también si aquello fue «un desliz o una posición ideológica» que ahora modifica.

    Quizá lo que sucede es que él ignora de sí mismo que no tiene la suficiente autoridad política, ni dentro ni fuera de su partido, para encabezar con éxito una alternativa que resulte creíble. Pero, aunque los de la zona levantisca del PSOE celebren disimuladamente el espectáculo, convendría recordarles que el país no está para circos ni para bromas.

  • AJUSTE DE CUENTAS
  • 05/07/2012 JOHN MÜLLER

  • El misterio de Virgilio Z.

    . El gran misterio del auto del juez Andreu sobre Bankia es por qué entre los imputados no figura el ex ministro socialista y ex rector de la Universidad de Alcalá de Henares Virgilio Zapatero, que era tan consejero de Bankia como los demás encausados el día de su salida a Bolsa. Ayer circularon todo tipo de versiones sobre este asunto. Una, la más maledicente, decía que Zapatero se había librado de la imputación por su amistad con Rosa Díez, que dataría de los tiempos en que eran correligionarios en el PSOE. En UPyD no fueron capaces de explicar ayer por qué Zapatero no está, debido a que aún no se han percatado de un error banal cometido en la elaboración de la querella que el juez finalmente ha recogido casi íntegra en su auto.

    Sucede que los autores de la denuncia de UPyD -inusualmente bien redactada para lo que se suele ver en los tribunales españoles- tomaron como referencia los consejeros de Bankia que aparecen en el folleto de la salida a Bolsa de la entidad, registrado en la CNMV el 29 de junio de 2011. Efectivamente, en esa fecha había 15 consejeros en Bankia. Pero se advertía en el documento que quedaban cuatro puestos vacantes, ya que el consejo tendría finalmente un total máximo de 19 miembros.

    El 11 de julio de 2011 en un anexo a este folleto, Bankia informó al organismo supervisor del mercado del nombramiento de tres nuevos consejeros: el ex ministro socialista Virgilio Zapatero, el economista Claudio Aguirre Pemán (primo de Esperanza Aguirre) y Juan Martín Queralt. El retraso en el nombramiento de Zapatero se produjo por un pulso que planteó el líder socialista madrileño Tomás Gómez al interior de su formación política.

    El hecho es que el día de la salida a Bolsa de Bankia, el 20 de julio de 2011, Zapatero era tan consejero de la entidad como los demás imputados. El juez tendrá que subsanar este error en el futuro.

    Un despiste similar se ha producido con el profesor valenciano Francisco Pons Alcoy, consejero de Banco Financiero y de Ahorros (BFA, matriz de Bankia), quien fue designado el 19 de enero de 2012 en sustitución de José Luis Olivas. Por lo tanto, Pons ha sido consejero de la entidad cuando la mayor parte de los presuntos hechos delictivos ya habían ocurrido. Esto se debe a que probablemente se utilizó como referencia de la nómina del consejo de BFA una comunicación oficial sobre la conversión de preferentes del banco de febrero o marzo de 2012, ocho meses después de la salida a Bolsa.

    john.muller@elmundo.es
  • AL ABORDAJE
  • 05/07/2012 DAVID GISTAU

  • Ah, ¿pero esto se cobra?

    . Un amigo se sintió traicionado porque el psicólogo le recordó que debía pagar por las conversaciones, que la intimidad alcanzada tenía una motivación profesional. En otros establecimientos, hay quien cobra una tarifa previamente negociada por decir «Eres un tigre» o «Sí, sí, más, más». Muchas cosas de las que nos procuran placer o alivio, desde un espectáculo hasta una lectura o un trago, son transacciones comerciales en las que no nos repugna la intervención del dinero. La excepción a esto parece ser la selección nacional de fútbol, que por lo visto quebranta no sé qué valores caritativos obligatorios por respetar una lógica profesional.

    La confusión es semejante a la de mi amigo con el psicólogo. Después de establecer con los muchachos una dependencia anímica, de deificarlos, y de encomendarles una noción de misión patriótica, no les perdonamos que interfiera el dinero. Pero no son misioneros, sino futbolistas profesionales que viven del inmenso negocio generado por su talento. El problema lo tiene usted, si creyó que eran seres arcangélicos, carentes de apetitos físicos, enviados a la Tierra para hacer de hadas madrinas.

    A nadie escandaliza que Mick Jagger se haya comprado una mansión en la isla de Moustique con los royalties de los Stones, ni que la solidaridad pertenezca al ámbito de su propia conciencia. Con los futbolistas es distinto. No sé si es por culpa del resentimiento social o por una mala interpretación del sentido patrimonial sobre el equipo de todos. Pero el caso es que a ellos se les exige que socialicen lo que ganan, como si no fueran los actores principales de un espectáculo atendido por un público universal, sino saqueadores del erario público que estuvieran asaltando las pensiones de las viejecitas y los inválidos.

    Las primas proceden del reparto de un negocio. Cada futbolista, como cada miembro de los Rolling, hace con lo que gana lo que le peta. Incluyendo lo que su propia conciencia le exija, no lo que le ordene un demagogo con trauma de fin de mes.

  • MASADÁ
  • 05/07/2012 SALVADOR SOSTRES

  • 'Last word maniac'

    . ELLA ES una last word maniac. Siempre la última palabra, siempre una observación, un apunte, o un murmullo incomprensible para terminar cualquier disputa. Tenga razón o no la tenga, suelta su ruido o su frase. Last word maniac, puedo escuchar sus quejas leyendo este artículo.
    Los hombres ganamos y perdemos, y pasamos a otra cosa, porque sabemos que con el tiempo todo se vuelve nostalgia u olvido, y que recordamos como si iguales lo esperado y lo vivido.

    Las mujeres, en cambio, sólo quieren ganar y que conste en acta, y que su victoria siente precedente. Nosotros tenemos alma y ellas un ejército. Nunca se cansan de discutir, ni de darle vueltas a un mismo asunto exprimiendo hasta la última gota de nuestra paciencia; y nos asedian, y nos marean, y nos machacan hasta que nos rendimos sin condiciones ni reservas. No tienen piedad, y vuelven una vez y otra a la misma escena, cada vez con más inquina y más violencia. Ellas quieren doblegarnos: nosotros, despertar de la pesadilla. Así que al final nos rendimos y que digan lo que quieran. Last word maniac.

    Si algún día crees que de ésta te has librado, o que por una vez te ha dado la razón sin tener que discutir tanto; o que finalmente conseguiste no hacer ruido y no despertarla, y que no se diera cuenta de la hora a la que llegabas, ten claro que vives en un tremendo engaño. Nunca se les pasa ni el menor detalle por alto ni dan ninguna batalla por perdida. No te has librado de nada y simplemente está buscando el mejor momento y escenario para lanzar su ataque definitivo: ser una last word maniac se lleva muy adentro, como un tic incontrolable, como una extraña característica; y si en el fondo nos produce ternura contemplarlas es porque sabemos que no pueden evitarlo.

    No hay tregua, ellas jamás descansan. Tienen un archivador psicópata donde cualquier anécdota, incidencia o circunstancia están perfectamente calculadas y contabilizadas, ordenadas alfabéticamente y según su importancia, esperando a que estés débil o despistado para soltártelas cuando más daño te hagan. Todo está preparado para armar la tormenta perfecta. No te has librado de nada, te caerá el cielo encima y no vas a verlo hasta que lo tengas a dos centímetros.

    Así son y así las amamos. Last word maniac. Siempre la última palabra. No hay hombre de bien que no tenga una en casa. Vigila si está delante, que no se te escape una carcajada.

  • CANELA FINA
  • 05/07/2012 LUIS MARÍA ANSON

  • El 88% de los españoles desaprueba la gestión de los partidos políticos

    . SEGÚN UNA encuesta solvente, solo el 9% de los españoles aprueba la gestión de los partidos políticos. Es decir, aparte los militantes de esas agrupaciones, el resto de los ciudadanos, sea cual sea su pelaje, está en contra de unos partidos que han convertido la política en negocio y la voracidad económica en práctica habitual de su acción. Los españoles saben que, salvo escasas excepciones, los dirigentes de los partidos han situado el interés partidista por encima del interés general. La gente está harta de tanto abuso y tanto cinismo. Pero, cuidado, eso ocurrió en los años 20 del siglo pasado y la reprobación de los partidos políticos condujo al nazismo en Alemania, al fascismo en Italia, al estalinismo en Rusia, al franquismo en España y al salazarismo en Portugal. Hay que criticar a los partidos políticos y denunciar sus abusos, pero son imprescindibles para la democracia pluralista plena. Se trata de embridarlos, no de suprimirlos.

    ¿Cuántos empleados y cuántos colaboradores y asesores a sueldo tienen el Partido Popular, el Partido Socialista, el Partido Comunista (enmascarado en Izquierda Unida) y Convergencia y Unión? ¿De cuántos edificios y oficinas disponen en toda España? ¿A qué cifra ascienden los metros cuadrados utilizados? ¿Qué número de fundaciones, instituciones, asociaciones de estudio y otras camelancias están a su servicio?

    ¿Qué ingresos reales tienen para atender a tan desmesurado gasto? ¿Qué proporción suponen en esos ingresos las cuotas de los afiliados? ¿Qué cantidad real reciben de las cuatro administraciones, la central, la autonómica, la provincial y la municipal? ¿Es verdad que las subvenciones y los patrocinios superan el 90% de los ingresos de los partidos políticos?

    Los propios dirigentes se han otorgado subvenciones públicas por 18 conceptos distintos, según información de Carlos Plaza. Todo es poco para saciar el estómago voraz de los partidos. Han decidido cobrar anualmente 0,83 euros por cada voto conseguido para el Congreso y otros 0,33 euros por cada voto para el Senado. Además han establecido en beneficio propio, pero pagado con el dinero con que se sangra a los contribuyentes, que cada diputado electo reporte al partido 18.439 euros y otros 18.439 por cada senador, al margen de los sueldos, dietas, viajes, teléfonos y otras prebendas que se han otorgado a sí mismos. Además, basta con tener un representante en cualquiera de la Cámaras, para percibir 0,18 euros por cada elector, conforme al censo. Finalmente, y aparte de la financiación de las campañas electorales y la parafernalia de los mítines desbocados, los partidos se benefician del maná de otras muchas subvenciones y patrocinios de las cuatro administraciones, algunos especialmente suculentos y que compiten con el escándalo de lo que se embolsan los sindicatos, que han dejado de defender los intereses de los trabajadores para ocuparse sobre todo en defender los intereses sindicales.

    Además, los partidos políticos llevan treinta años dedicados a colocar en las cuatro administraciones a sus parientes, amiguetes y paniaguados. Antonio Mingote dibujó un mapa de España convertido en un gigantesco enchufe. De 700.000 funcionarios y empleados públicos en 1977 hemos pasado a 3.200.000 a los que hay que sumar los colocados a dedo en las 4.000 empresas públicas que se han creado y que son casi todas deficitarias.


  • APUNTES EN SUCIO
  • 05/07/2012 MANUEL JABOIS

  • Barrio y el Códice

    Luis María Anson es miembro de la Real Academia de la Lengua.

    EL ARZOBISPO de Santiago, a quien ayer se entregó el Códice Calixtino envuelto en un paño blanco, como un amortajado bebé de ocho siglos, es de Manganeses de la Polvorosa, un pueblo zamorano en el que hace tres años aún se tiraba la cabra del campanario. No desciende Julián Barrio de tradiciones charangueras sino de una más compleja que fue la que le llevó a ordenarse sacerdote y ejercer el pastoreo en Santiago. Pasé con él una mañana de hace tres meses, cuando ya era seguro que sabía del cerco al Códice Calixtino, pues repetía que aparecería «a la mayor brevedad», como si en cualquier momento fuese a abrir la puerta el deán y dejarnos allí el libro. Y en aquella entrevista Barrio se reveló paciente y hermoso, sentado a mi lado con las piernas muy juntitas en una silla estrecha y el crucifijo enorme cargado al cuello hasta precipitarse ombligo abajo, como si llevase colgado el de verdad.

    He pensado en Barrio estos días de ajetreo porque al fin y al cabo el arzobispo de Santiago es el primer anfitrión español de almas, y nada hubiera sido más injusto que de su paso por la ciudad del apóstol se llevase el estigma del robo que tanto recordó el comienzo de La saga/fuga de J.B, cuando la tía Benita dos Carallos rompe la paz del pueblo al grito de «Roubaron o corpo santo!»
    Al contrario que muchos de sus colegas, prestos al ruido, Julián Barrio ha sido el particular Ilustrísima que retrató Carlos Casares en su libro: un cura bondadoso que entiende la fe en su dimensión reflexiva y cálida, nada pirotécnica. Si el personaje de ficción leía dos periódicos, el liberal y el conversador, Barrio dice repasar la actualidad cada mañana con los periódicos en una mano y la Biblia en la otra para garantizar su interpretación cristiana. No sé a qué pasajes le llevarían los titulares del Códice Calixtino ahora recuperado, pero que el culpable sea un alma descarriada hace pensar en un perdón tranquilo, al menos en lo que respecta a Dios.

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